domingo, 30 de diciembre de 2007




Hola amig@s:

Quiero escribirles en esta época final del año, en que el ajetreo de las compras ensombrece el sentido más puro y emocional de lo que es para mi la Navidad, el nacimiento, la llegada y el nuevo comenzar. Es el simbolismo más claro de que siempre existe una nueva oportunidad de “ser”. Toda la naturaleza nos lo dice y a veces no somos capaces de verlo.
Cada nuevo día, cada paso por las estaciones, cada ocaso, cada amanecer. Una tras otra maravillosas oportunidades de aprender a vivir nuevamente, cada vez con más experiencia en nuestros bolsillos. Con nuevas tristezas, nuevas desilusiones, nuevas alegrías. Y si sabemos develarlos, nuevos aprendizajes maravillosos y útiles.

Para mi cada día que ha pasado de este año, ha sido un nuevo descubrir y descubrirme.
Entender que, al quitarse los odios, los rencores de cosas pasadas, quedas libre para poder renacer. Única manera de mantener el corazón limpio, procesando las situaciones vividas de la forma en que nos sirvan de magistral enseñanza. Para ir avanzando en el camino del crecer, ser en cada oportunidad y nuevo encuentro, más maduros, mas humanos.

Buscar momentos de silencio y soledad, que a veces es tan dura, al enrostrarnos las verdades, y quizás por eso muchas veces la evitamos. Pero que siempre nos obliga a enfrentarnos cara a cara a la única persona que debería ser la más valiosa para nosotros, a la única que siempre nos acompañará en la vida…. nos enfrenta a nosotros mismos. Así aleccionada por grandiosos momentos con mi soledad, aprendí a mirarme y a entender mis necesidades, lo que quería hacer, lo que no. Analicé, reconstruí y reformulé mis ideas de las cosas que más nos mueven en la vida: El amor, las relaciones de pareja, los amigos, la felicidad, los miedos, los dolores. Ahora ya no con la marca troquelada por los ancestros y los dogmas, sino con una mirada más humana, más real, más desde la Pauly.

He comprendido que dentro de cada uno de nosotros existe lo que antiguamente los alquimistas llamaban la “Piedra Filosofal”. Esa sustancia que al contacto de cualquier cosa, era capaz de transformarla en oro. Pues si, ese mismo elemento tan buscado por mares y tierras, está dentro de cada uno de nosotros, solo falta descubrirlo y aprender a utilizarlo.


Quizás han tenido el gusto de conocer personas que viven situaciones que nos parecen horribles, y se maravillen al observar que son trocadas en aprendizajes divinos para quien los sabe ver.
Es posible entonces que detrás de personas que han sufrido tragedias, logremos encontrar verdaderos diamantes. Personas maduras, que entienden los dolores por los cuales han tenido que atravesar, que saben que probablemente no serán los únicos sufrimientos que tendrán que asumir, pero que saben con certeza, que cada uno deja un aprendizaje diferente, y en algún momento será transformado en sabiduría.

Ellos también han aprendido mucho, se han hecho más sensibles, así como también, mas asertivos, comprendiendo qué es lo buscan en la vida, que generalmente es disfrutarla al máximo y ser felices, y también lo que no van a aceptar aunque parezca maravilloso, o les haga parecer buenas gentes, si es que no les va a hacer felices o ayudar en el crecimiento personal o mutuo.

Busca el amor en su verbo más puro y generalizado. Aprende a entregar un amor generoso, no egoísta. Eso no significa solamente dar a los pobres, eso es caridad. Dar generosamente amor, amar con altura de miras, es no desear a alguien, o algo solo para ti, sino desear que ese algo sea en beneficio de la mayoría, o ese alguien al que admiras, al que amas, sea feliz y que se desarrolle como persona.


Aprende de las lecciones, no te quedes atrapado en ellas, eso no te dejará avanzar. Quítate los rencores, atrévete a intentar. Mira hacia delante, sin olvidar lo pasado, pero si habiéndolo procesado en lo más hermoso que puedas sacar de ello.

Me maravilla la vida, me emociona sentarme a mirar cómo la brisa mueve las hojas de los árboles, mirar la simple y omnipotente belleza de una flor. Observar a mis hijos dormidos, la paz y dulzura que de sus rostros emana. Sentir que tengo amigos que me aman. Imaginarlos en un abrazo sincero y fraterno, es algo que llena mi alma de una emoción maravillosa e indescriptible. Sentir el amor de mis padres, de mi hermano, sentir su cariño y su calor, es algo que me acompañará por siempre.


Espero que la vida haya apuntado en ustedes los dolores necesarios, las vivencias justas, las desilusiones y también las maravillosas alegrías que van cincelando asombrosamente los corazones. Y los haga crecer cada vez, encaminándonos hacia el ser mejores seres humanos.

Reciban un gran abrazo, y mis mejores deseos para ustedes y sus familias, en este año que se acerca.

3 comentarios:

my own arcadia dijo...

Para ti, para vosotros, para nosotros y para todos:
un 2008 donde seamos mas generosos, mas tolerantes, mas entregados, mas pacientes, mas cerca, mas unidos que nunca.

... y si un poco de salud acompañara, ¿que mas podemos desear?

Unknown dijo...

Pauly, que este año 2.008 sea el mejor de muchos años que vendrán también para tí y tus hermosos soles.
¿Será que alguna vez ,dejaras de sorprenderme con tus escrituras?...
no lo creo !!! pues tengo la fortuna de conocer y ser amiga de una gran profesional , mujer , madre y persona ; sin dejar de lado y omotir que eres una gran poeta.
Sabes que te quiero mucho y que cada abrazo es de corazón y sincero.
Muchos saludos .
Agnes Bavestrello

miguelvelez dijo...

"Me maravilla la vida, me emociona sentarme a mirar cómo la brisa mueve las hojas de los árboles, mirar la simple y omnipotente belleza de una flor. Observar a mis hijos dormidos, la paz y dulzura que de sus rostros emana. Sentir que tengo amigos que me aman. Imaginarlos en un abrazo sincero y fraterno, es algo que llena mi alma de una emoción maravillosa e indescriptible. Sentir el amor de mis padres, de mi hermano, sentir su cariño y su calor, es algo que me acompañará por siempre."

Pauly, se puede gritar más fuerte, pero no expresarlo mejor.

Que te vaya todo bonito en este 2008 que ya estamo inmersos.

Besos